Ignacio Ramonet en Le Monde Dilomatique: «Otoño Caliente» / Ángel Ruiz Cediel para Diario Siglo XXI: «Del Mayo del 68 al 25S» …Artículos muy interesantes para reflexionar!

Ambos artículos muy interesantes y para reflexionar…

El primero nos ha llegado gracias al lector Isidoro!

Ignacio Ramonet

Ignacio Ramonet (Redondela, Pontevedra, 5 de mayo de 1943) es un periodista español establecido en Francia. Es una de las figuras principales del movimiento antiglobalización.

Un editorial escrito en Le Monde Diplomatique durante 1997 dio lugar a la creación de ATTAC, cuya labor se dedicó originalmente a la defensa de la tasa Tobin.

Le Monde Diplomatique

Septiembre de 2012

Como si las vacaciones de verano fuesen un manto de olvido que disipase la brutalidad de la crisis, los medios de comunicación han tratado de distraernos con dosis masivas de embrutecimiento colectivo: Eurocopa de fútbol, Juegos Olímpicos, aventuras estivales de ‘famosos’, etc. Desean hacernos olvidar que una nueva andanada de recortes se avecina y que el segundo rescate de España será socialmente más lastimoso… Pero no lo han conseguido. Entre otras razones, porque los audaces aldabonazos de Juan Manuel Sánchez Gordillo y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han roto el conjuro y mantenido la alerta social.

El otoño será caliente.

En una conversación pública mantenida en agosto pasado (1) con el filósofo Zygmunt Bauman coincidíamos en la necesidad de romper con el pesimismo imperante en nuestra sociedad desengañada del modo tradicional de hacer política.

Debemos dejar de ser sujetos individuales y aislados, y convertirnos en agentes del cambio, en activistas sociales interconectados.

“Tenemos el deber de tomar el control de nuestras propias vidas –afirmó Bauman–. Vivimos un momento de grave incertidumbre donde el ciudadano no sabe realmente quién está al mando, y esto hace que perdamos la confianza en los políticos y en las instituciones tradicionales. El efecto en la población es una situación constante de miedo.

Los políticos sugestionan a los ciudadanos para que siempre tengan inseguridad… miedo, y así poder controlarlos, constreñir sus derechos y limitar las libertades individuales.

Estamos en un momento muy peligroso, porque las consecuencias de todo esto afectan nuestra vida diaria: nos repiten que debemos tener seguridad en el trabajo, mantenerlo a pesar de las duras condiciones de empleo y de precariedad, porque así obtendremos dinero para poder gastar… El miedo es una forma de control social muy poderosa”.

Si el ciudadano ya no sabe quién está al mando es porque se ha producido una bifurcación entre poder y política. Hasta hace poco, política y poder se confundían. En una democracia, el candidato (o la candidata) que, por la vía política, conquistaba electoralmente el poder Ejecutivo, era el único que podía ejercerlo (o delegarlo) con toda legitimidad.

Hoy, en la Europa neoliberal, ya no es así. El éxito electoral de un Presidente no le garantiza el ejercicio del poder real.

Porque, por encima del mandatario político, se hallan (además de Berlín y Angela Merkel) dos supremos poderes no electos que aquél no controla y que le dictan su conducta:

la tecnocracia europea y los mercados financieros.

Estas dos instancias imponen su agenda. Los eurócratas exigen obediencia ciega a los tratados y mecanismos europeos que son, genéticamente, neoliberales. Por su parte, los mercados sancionan cualquier indisciplina que se desvíe de la ortodoxia ultraliberal. De tal modo que, prisionero del cauce de esas dos rígidas riberas, el río de la política avanza obligatoriamente en dirección única sin apenas margen de maniobra. O sea: sin poder.

“Las instituciones políticas tradicionales son cada vez menos creíbles –dijo Zygmunt Bauman– porque no ayudan a solucionar los problemas en los que los ciudadanos se han visto envueltos de repente.

Se ha producido un colapso entre las democracias (lo que la gente ha votado), y los dictados impuestos por los mercados, que engullen los derechos sociales de las personas, sus derechos fundamentales”.

Estamos asistiendo a la gran batalla del Mercado contra el Estado. Hemos llegado a un punto en que el Mercado, en su ambición totalitaria, quiere controlarlo todo: la economía, la política, la cultura, la sociedad, los individuos… Y ahora, asociado a los medios de comunicación de masas que funcionan como su aparato ideológico, el Mercado desea también desmantelar el edificio de los avances sociales, eso que llamamos: “Estado de bienestar”. 

Está en juego algo fundamental: la igualdad de oportunidades. Por ejemplo, se está privatizando (o sea: transfiriendo al mercado) de forma silenciosa la educación. Con los recortes, se va a crear una educación pública de bajo nivel en el que las condiciones de trabajo estructuralmente van a ser difíciles, tanto para los profesores como para los alumnos. La enseñanza pública va a ­tener cada vez más dificultades para favorecer la emegencia de jóvenes de origen humilde. En cambio, para las familias acomodadas, la enseñanza privada va a conocer seguramente un auge mayor. Se van a crear de nuevo unas categorías sociales privilegiadas que accederán a los puestos de mando del país. Y otras, de segunda categoría, que sólo tendrán acceso a los puestos de obediencia.

Es intolerable.

En ese sentido, la crisis probablemente actúa como el shock, del que habla la socióloga Naomi Klein en su libro La Doctrina del shock (2):

se utiliza el desastre económico para permitir que la agenda del neoliberalismo se realice.

Se han creado mecanismos para tener vigiladas y bajo control a las democracias nacionales, para poder aplicar (como está pasando en España y pasó antes en Irlanda, Portugal o Grecia) feroces programas de ajuste vigilados por una ­nueva autoridad:

la troika que ­forman el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo;

unas instituciones no democráticas cuyos miembros no son elegidos por el pueblo.

Instituciones que no representan a los ciudadanos. 

Y sin embargo, esas instituciones –con el apoyo de unos medios de comunicación de masas que obedecen a los intereses de grupos de presión económicos, financieros e industriales– son las encargadas de crear las herramientas de control que reducen la democracia a un teatro de sombras y de apariencias.

Con la complicidad complaciente de los grandes partidos de gobierno.

¿Qué diferencia hay entre la ­política de recortes de Rodríguez Zapatero y la de Mariano Rajoy?

Muy poca. Ambos se han ­inclinado servilmente ante los especuladores financieros y han obedecido ciegamente a las consignas eurocráticas.

Ambos han liquidado la soberanía nacional.

Ninguno de los dos tomó decisión política alguna para ponerle freno a la irracionalidad de los mercados. Ambos consideraron que, ante los dictados de Berlín y el ataque de los especuladores, la única solución consiste –a semblanza de un rito antiguo y cruel– en sacrificar a la población como si el tormento inflingido a las sociedades pudiera calmar la codicia de los mercados.

En semejante contexto, ¿tienen los ciudadanos la posibilidad de reconstruir la política y de regenerar la democracia? Sin duda. La protesta social no cesa de amplificarse. Y los movimientos sociales reivindicativos se van a multiplicar.

Por ahora, la sociedad española aún cree que esta crisis es un accidente y que las cosas volverán pronto a ser como eran. Es un espejismo. Cuando tome conciencia de que eso no ocurrirá y de que estos ajustes no son “de crisis” sino que son estructurales, que ­vienen para quedarse definitivamente, entonces la protesta social alcanzará probablemente un nivel importante. 

¿Qué exigirán los protestatarios? Nuestro amigo Zygmunt Bauman lo tiene claro: “Debemos construir un nuevo sistema político que permita un nuevo modelo de vida y una nueva y verdadera democracia del pueblo”. ¿A qué esperamos?

(1) En el marco del Foro Social organizado en el seno del Festival Rototom Sunsplash en Benicàssim (Castellón) del 16 al 23 de agosto de 2012. www.rototomsunsplash.com/es

(2) Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Paidós, Barcelona, 2007.

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Y este segundo gracias al forero Jhony

Del mayo del 68 al 25S

Las revoluciones pacíficas fracasan siempre por la falta de estrategias y de liderazgo.

Ángel Ruiz Cediel Ángel Ruiz Cediel
@angelruizcediel
lunes, 1 de octubre de 2012, 09:24

El Mayo Francés comenzó con una revuelta estudiantil que se extendió por toda Francia empujada por la bestialidad policial y las maneras de un gobierno democrático que de demócrata no tenía nada. Ponto, se sumaron a las protestas los sindicatos y hasta la pequeña parte ciudadana de la Policía –siempre mínima como corresponde a quienes viven del uso de la violencia-, propiciando que el lema “La utopía al poder” tuviera una opción de materializarse.

El Gobierno, asustado por la contestación social a sus desmanes, huyó de Francia, y los movimientos sociales pudieron ocupar el poder. Sin embargo, ¡oh, sorpresa!, la utopía seguía siendo eso: ni disponían de líderes capaces de implantar las ideas que habían coreado en las calles millones de personas, ni siquiera contaban con una rudimentaria estrategia que condujera a implantar algo nuevo, estableciéndose el fracaso en su dimensión más escatológica. Tan fue así, que los movimientos que destituyeron al gobierno no tuvieron otra que llamarlo de vuelta del exilio y aceptar que todo había sido una chiquillada, una rabieta o, lo que es peor, una estupidez. El Movimiento Hippy fue sin lugar a dudas el referente más hermoso de la década más prodigiosa de la humanidad contemporánea. Los jóvenes de todo el mundo, principiando por Occidente, asumieron una nueva forma de vida desde el punto de vista práctico, no protestando contra la sociedad, sino sencillamente inventándose otra, saliéndose del Sistema y viviendo sus propios sueños en una realidad paralela, ajena pero real que puso al mismo Sistema mundial contra las cuerdas de su propia supervivencia.

No tenían programa ni líderes, sino que sólo estaban hartos de que los pueblos se pasaran la Historia matándose entre sí para beneficio de unos pocos, y convirtieron en un hecho su “haz el amor y no la guerra”, precisamente esa generación de huérfanos que alcanzaba el esplendor de la juventud después de la más cruenta guerra que vieron los siglos, en la que millones de seres fueron ajusticiados para que todo siguiera exactamente igual que siempre: controlado todo por una elite. Pero el Movimiento Hippy murió de inanición, corrompido desde dentro por el propio Sistema, el cual inyectó la destrucción en alucinantes dosis de psicotrópicos, precisamente por carencia de liderazgo y por una total ausencia de estrategia.

En el mundo actual está pasando exactamente lo mismo. Las sociedades saben que las democracias que viven son una falacia que sirven a los intereses de una elite sin escrúpulos, que los gobiernos no gobiernan nada, sino que son servidores de intereses que ni siquiera son públicos, que la corrupción es un mal endémico y que por el camino que vamos sólo se puede llegar a la miseria más profunda y la destrucción de todos los logros obtenidos por las sociedades en siglos de lucha, sencillamente porque ese poder esclavista que controla el mundo promueve guerras como negocio y maneja países como intereses, forzando mediante arteras leyes que las sociedades asuman los insoportables costos de su latrocinio y de su corrupción.

La situación ha llegado a ser tan crítica y los daños tan profundos, que no pocos descontentos se han echado a las calles protestando contra este abuso del poder, como si eso fuera algo nuevo o novedoso. No me imagino ningún movimiento que pueda levantar más simpatías que el Movimiento 15M o el Rodea el Congreso, y sus pares de todos los demás países, al menos por cuanto representan un sentir absolutamente mayoritario de los ciudadanos –vayan o no a las concentraciones-, del hartazgo que sienten las sociedades hacia sus corruptos gobernantes y del profundo rechazo que experimentan porque les fuercen a pagar en base a hambre y miserias los robos y latrocinios de otros.

Sin embargo, todas estas loables intenciones y estos generosos sacrificios de quienes ponen su integridad física y aún su libertad en juego en el sagrado nombre del bien común –ya lo he dicho muchas veces-, está condenada al fracaso de antemano por las dos razones de siempre: falta de liderazgo creíble y ausencia total de estrategia. Pongamos por caso que, efectivamente, este movimiento de Rodea el Congreso, o aun el conjunto de asociaciones y movimientos de indignados que conforman la actual geografía española o aún mundial de descontentos lograra cerrar el Parlamento y poner en fuga a este indeseable gobierno al servicio no de la ciudadanía sino de intereses extranjeros, de los tiburones interiores y exteriores (banca, financieros, etc.) y aún de la corrupción (¡ni un solo condenado por los innumerables casos de corrupción política!). ¿Y, entonces, qué?… Pues la respuesta sería la misma del Mayo Francés: nada, tendrían que llamar de vuelta al gobierno porque ni hay liderazgo ni una estrategia que contemple unos planes susceptibles de ser implantados. Darían palos de ciego, entretanto se establece el desorden social, y el caos subsiguiente nos conduciría, empujado por aquella elite resentida y perfectamente organizada, a un enfrentamiento civil de dimensiones inenarrables.

Ya pasó con la II República, para quien no tenga memoria. No soy quién para dar lecciones de ninguna clase a nadie; pero desde la autoridad que me concede el ser un racional observador independiente y el de ser el único que yo sepa que, con mayor o menor atino, haya desarrollado un sistema alternativo que es viable (la Deontrocracia) cuya síntesis constitucional es de libre acceso en mi web, animo a estos grupos a constituirse en una alternativa real y dejar a un lado los delirios sin sentido de aunar indignados como remeros que bogan sin criterio en cualquier dirección, consiguiendo entre todos que el proyecto quede varado en la nada. Deben, si quieren tener una sola oportunidad, aunar objetivos, formalizar un programa, elegir líderes con capacidad de llevar a buen puerto las propuestas –supuesta situación que alcancen el poder- y constituirse en un partido. Al Sistema, no queda otra, hay que vencerlo desde el Sistema, si es que no se quiere usar la violencia radical, tal y como parece que es el camino que han elegido. Una vez vencido y derrotado el enemigo, ya se cambiarán constituciones, forma de Estado y maneras de repartir Justicia.

Lo que no sea esto, sencillamente no tiene oportunidad alguna de ser. “Mansos como palomas y astutos como serpientes”, dice Jesús, en buena manera señalando con todo acierto el camino. “La inteligencia es la capacidad de estrategia del individuo”, reitero por mi parte una vez y otra en mis escritos. Es tan pútridamente corrupta la sociedad actual y tan perversa en su métodos, que movimientos de esta índole como 15M o 25S, o cualquiera de los muchas agrupaciones de indignados, tienen todas las papeletas, si se consolidan como Partido, arman un programa coherentemente revolucionario y cuentan con el liderazgo adecuado, para echar para siempre del poder a esta manga de incompetentes y corruptos, y reconfigurar un orden social más justo y equilibrado. Pero deben considerar, desde luego, que sus adversarios están muy organizados –llevan milenios en eso- y que no se lo van a poner fácil, que cuentan con las dos P –policía y políticos-, que no juegan limpio –nunca lo han hecho- y que van a maniobrar desde fuera –antidisturbios y jueces- y desde dentro –infiltrados-.

El planteamiento para la victoria, en fin, es fácil, pero el camino para llegar a ella va a ser muy duro, aunque muy factible de poder ser coronado con éxito. Deben, pues, concentrar esfuerzos y definir con mucha agudeza tanto las estrategias para alcanzar ese poder como para ejecutar después los planes de implementación de las reformas planeadas, al tiempo que se dotan de la organización estratégica suficiente como para defenderse de las agresiones y maniobras de sus adversarios. Nada imposible si se tienen las ideas claras, pero sencillamente inviable por el camino que van. Desunidos y con protestas absurdas que van a ser manipuladas por los mercenarios infiltrados, los medios oficiales y por la misma policía al servicio de los políticos, jamás llegarán a nada, tal y como sucediera con el Mayo Francés, con el Movimiento Hippy, con el Movimiento Indignado o como sucede con los actuales movimientos.

Sólo servirán para ser demonizados socialmente, impidiendo que verdaderos movimientos con luces suficientes tengan una oportunidad de materializar las reformas necesarias e implantar una realidad nueva y justa. Y, por el camino, entretanto, dejarán a centenas de sacrificados inútilmente en unos movimientos que ya se sabían que no iban a ninguna parte. A ninguna.

En la unión está la fuerza y la inteligencia en la capacidad de estrategia.

Besos y abrazos!

15 de MAYO!!

6 comentarios

Archivado bajo Crisis, Desobediencia civil, Economía, editorial planetagea, Nueva Conciencia, Política

6 Respuestas a “Ignacio Ramonet en Le Monde Dilomatique: «Otoño Caliente» / Ángel Ruiz Cediel para Diario Siglo XXI: «Del Mayo del 68 al 25S» …Artículos muy interesantes para reflexionar!

  1. oktagono

    Amigos/as:

    A mi entender y en un largo periplo. Continuamos como el perro que da vueltas sobre SI, para tratar de alcanzar su cola.

    La diatriba malgastada y fuera de contexto; o sos neo.liberal o un mix raro entre una doctrina nunca entendida del Marxismo a esto que supuestamente es una alternativa a la porquería; anterior. lease: comunismo-monárquico, robolucion-chavista, hasta una Juana de Arco encarnada en Cristina Fernandez en Argentina.

    Valido absolutamente esto que es un axioma

    Fuimos, somos y seremos objeto de manipulación, mientras lo permitamos a través del temor y el miedo, por :religiones, Y esquemas absurdos de los cuales mal entendemos, que quien hizo la vacuna, jamas será parte de la solución (Vgr. Inventàs el terrorismo para después protegerte de él?). Carece de logica, verdad?….pero les ha funcionado.

    Inventàs un Dios mítico, que te castiga, que te observa, te jode y manipula por 2000 años en un partido que no termina con el Islamismo…pero en beneficio de amabas fracciones.

    Poco importa en quien creàs, solo interesa en quien temàs….es de una simpleza francisca.

    Pero los 5 mayores servicios de inteligencia a nivel mundial:, lease : CIA Americana. C-7 Ingles, ex-KGB, Mossad. Israeli, IDGSE- Francesa y La Sapinière del Vaticano,. LLegaron a una misma conclusión; les es satisfactorio haber creado un movimiento New Age, que cataliza el ateísmo y lo nuclea; transformando una deidad supuesta en un receptaculo de amor, por el cual aun….tenès la oportunidad de ser inmolado.

    Las redes fueron creadas por los mismos que nos manipulan, pero algo se les quedó fuera de contexto.
    Colocaron las armas para matarnos entre nosotros, pero no imaginaron que en un movimiento libertario las mismas pudiesen apuntar a sus creadores.

    El asunto, en definitiva no es,: comunismo V/S capitalismo, creyentes V//S ateos, demócratas V/S republicanos, …. EN RESUMEN, la suma de las partes es muchísimo mas que su entorno.

    Podemos pensar, disentir, dudar, sospechar y entender que a través de una organización básica….poner cientos de miles de personas en la calle sin necesidad de la participación de las élites de poder social y religiosa.

    Entendamos….. ESTÁN TEMBLANDO!!!!!!

    .ELLOS Y NO nosotros, FUERON QUIENES abrieron la caja de Pandora.

    Oktagono

  2. El blog está que arde.Desde luego,dado lo que nos jugamos.no
    es para menos.
    Pero de forma casi frenética se acumulan los post interesantes
    de Planeta (dos en un dia) las intervenciones furibundas de Al,
    atizando a diestro y siniestro,desasnando con sus portales,
    las respuestas ácidas de Yenila (que sorpresa mas agradable
    tus versos) el estilete de Juanal siempre punzante,las
    ponderadas opiniones de Alquimista, Dave,todosyninguno, y hasta
    el reaparecido Febo.Una verdadera orgia del pensamiento,y los
    que me dejo en el tintero,sorry,también estáis magníficos.
    Pero corremos el peligro que con ese apretón informativo ahoguemos
    a los lectores,no dejándoles tiempo de digerir lo expresado.Y ES
    ESENCIAL QUE ENTIENDAN. El exceso de datos conduce a la
    desinformación.
    Calma. please.Para predicar con el ejemplo yo mismo me retiro un
    tiempecito.
    Lo estáis haciendo de p… ,madre.La semilla ya está sembrada.
    Alguien se encargará de recoger la cosecha,tened la seguridad.
    Saludos esperanzados.

  3. lou

    pues yo siento que todo sigue igual y de camino a peor, todo lo que veo que se ha hecho, es que ‘no se ha hecho nada’, todo son palabras y palabras, opiniones y mas opiniones, manifestaciones y mas manifestaciones, artículos, discursos, reinvidicaciones y un bla, bla, bla de buenos propósitos y esperanzas que no ve su fin….. así llevamos unos añitos y seguimos….. pero la máquina del dominio y extorsión sigue su curso sin que nadie la detenga…….cuando se se van a tomar acciones de verdad???? estoy cansada de tanta palabrería, otra cosa es la que hace falta…

  4. Se daba una separación clara entre los ámbitos del poder autocrático (clase política de la época) y el de los ciudadanos. El tejido social y el asociativo entremezclado, ya que la mayoría de las asociaciones nacían directamente del tejido local y eran, a la vez, movimientos sociales. Las AA.VV. habían nacido como colectivo ciudadano para mejorar la situación de cada barrio, motivadas por la falta de equipamientos y de servicios de todo tipo: mala urbanización, falta de transporte público, escasos equipamientos educativos, sociales, de sanidad, cultura,… Su nacimiento fue relativamente espontáneo y apartidista, como tantos otros movimientos sociales que han logrado buenos desarrollos. Espontáneo porque los vecinos se unían para dar solución a esos problemas reales y apartidista porque en las asociaciones estaban militantes de diferentes partidos políticos (ilegales hasta 1977) pero no eran la “correa de transmisión” de ninguno en concreto y había muchos vecinos sin ideología concreta. Relativamente porque era evidente que militantes de los partidos de izquierda tenían interés en que se crearan dichas asociaciones. Aunque fueran pocos su presencia fue significativa y creciente. Sabían, como así ocurrió, que en un régimen aún dictatorial las asociaciones vecinales se enfrentarían al poder, bien por el carácter de sus reivindicaciones o porque serían reprimidas (prohibidas en unos casos, toleradas pero controladas en otros, disueltas las asambleas…). Esa represión policial provocaría indignación entre los vecinos y que cada vez en más número apoyaran tanto a las asociaciones como a los propios movimientos sociales y políticos que se enfrentaban a la dictadura. El paso de lo micro (conseguir mejoras en mi barro) a lo macro, al nivel político (conseguir un sistema democrático), se producía de una forma natural e inevitable.

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